Fiesta de los Caldereros anunciando el Carnaval
La celebración de la fiesta de Caldereros se remonta al año 1884, cuando la comparsa de Caldereros Húngaros desfiló por primera vez por las calles de la ciudad. Aunque existen antecedentes de celebraciones similares en los carnavales del siglo XIX, fue en esta fecha cuando la tradición tomó forma, convirtiéndose en una festividad anual que se celebra el primer sábado de febrero o el sábado anterior a la Candelaria.
Las sociedades La Unión Artesana y La Fraternal fueron las precursoras de esta festividad, seguidas por muchas otras. A lo largo del tiempo, la celebración de los caldereros tuvo momentos de mayor y menor relevancia, hasta que en 1924 la Sociedad de Gaztelupe la revitalizó, eligiendo la noche como el momento central de la fiesta para permitir que la gente disfrutara, a pesar de ser un día laborable. A pesar de altibajos, la fiesta fue mantenida gracias al esfuerzo de la Sociedad de Gaztelubide, que la revivió en 1942.
En 1962, se estableció que la fiesta se celebraría siempre el primer sábado de febrero, garantizando así un día festivo para que todos pudieran participar sin restricciones. A pesar de algunos períodos de suspensión debido a motivos políticos entre 1969 y 1971, la fiesta se reanudó en 1972 y se ha mantenido hasta el día de hoy, con el apoyo del centro de atracción y turismo de San Sebastián.
Celebración Ancestral
La Fiesta de Caldereros/as conmemora la llegada de los/as caldereros/as a la ciudad, marcando el inicio del Carnaval. Este evento se lleva a cabo cada primer sábado de febrero o el sábado previo a la Candelaria.
Comparsas de Caldereros
Esta festividad, una de las más antiguas de San Sebastián, rememora el paso de tribus nómadas y artesanos trashumantes por la ciudad, quienes realizaban labores de reparación de utensilios y cacerolas. La comparsa de caldereros, compuesta por diversas tribus, desfila por las calles de la Parte Vieja, atizando sus cazos y compartiendo su energía festiva.
Llegada del Carnaval
El sonido resonante del metal y la música marca la llegada de los Caldereros, anunciando la llegada del Carnaval. Este evento no solo se celebra en San Sebastián, sino también en otras localidades guipuzcoanas como Anoeta, Astigarraga, Irun o Tolosa, donde es todo un acontecimiento.
